jueves, 9 de julio de 2015

Unidad Didáctica 12 "Como jugaba mi abuelo"

De entre los juegos, hay que destacar a los juegos populares (Rebollo, 2002) y los deportes autóctonos, los cuales han supuesto durante milenios la única escuela de formación física, de relaciones sociales y de aprendizaje para miles de personas en todo el mundo. Estos juegos y deportes tradicionales arraigaron en determinados ambientes llegando a convertirse en parte de nuestra historia y en pilares de nuestra cultura.

Los juegos son el espejo de la sociedad y los mensajes que reflejan son tan variados y originales como las sociedades que los hacen emerger (Lavega et al. 2006). Es un patrimonio común que se encuentra agredido constantemente por los avances de la vida sedentaria y por la limitación de los espacios de juego como consecuencia del desarrollo urbano (Vizuete, 1997); en otras palabras, el progreso ha eliminado numerosas manifestaciones sociales, costumbres y tradiciones, asentando en la sociedad un estilo de vida más sedentario.

Si a lo largo de la historia los juegos populares han sido la única Educación Física y nos han mantenido de una forma natural durante un largo periodo de tiempo, creemos que está suficientemente justificada la inclusión de los juegos populares dentro de la presente programación.

A pesar de ello, la actividad física está perdiendo terreno en el tiempo de ocio de los jóvenes frente a otras ofertas mucho más atrayentes, puesto que cada vez son más los niños que se entretienen con juguete electrónicos, lo que podría llevar a la desaparición paulatina de los juegos tradicionales.

Determinados hábitos sociales y formas culturales propios de determinadas sociedades se van perdiendo debido a la tendencia actual de homogeneización cultural, que tiende a substituir la cultura popular por otra dominante, diferente y extraña, pero que tiene una difusión más amplia a través de los medios de comunicación (Ortí, 2003). A raíz de esta pérdida de importancia, ha surgido una corriente, promovida desde los centros educativos y los organismos autonómicos, con objeto de paliar la desaparición y de recuperar y dar a conocer estos recursos lúdicos (Méndez, 1999).

Debemos recuperar el interés de los escolares y de los jóvenes por este tipo de prácticas tan arraigadas en nosotros, en nuestro pueblo, las cuales contribuyen a crear un espíritu de región y de comunidad autónoma.

Gracias a la gran riqueza pedagógica que poseen los juegos tradicionales (Guerrero y Sánchez Baltasar, 2006) podemos transmitir características, valores, formas de vida, tradiciones de diferentes zonas, etc. …Al mismo tiempo, tal y como señalan Daniel y Sánchez Sánchez (2003), estaríamos propiciando, por un lado, la agudización del ingenio y la creatividad mediante la construcción del propio material de juego y la adecuación del espacio, y mejorando la integración y socialización.

Fuente: Alfonso Valero Valenzuela / Manuel Gómez López

Igualmente os propongo en el siguiente enlace una recopilación de Juegos Populares y Tradicionales realizado por el Ayuntamiento de Madrid, en el que se recogen juegos propios de nuestra Comunidad.

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