martes, 21 de junio de 2016

Cuidados a nuestro huerto

Buenos días hortelanos y hortelanas:

Una vez que hemos plantado nuestros tomates, pimientos, cebollas, ajos, puerros, pepinos, calabazas, calabacines (sí que tenemos una gran variedad en nuestro huerto), necesitan algunos cuidados. En el post de hoy os voy a hablar de la poda de los tomates y del anudado de los ajos.

Poda de los tomates. 

En la tomatera o planta del tomate, podemos identificar un tipo de ramas, que está demostrado que no producen flores y, por tanto, tampoco nos van a dar tomates.

Normalmente, las ramas crecen de forma perpendicular al tronco, formando, aproximadamente, un ángulo recto, de unos 90º, sobre todo las ramas más bajas. Pues, entre medias de éstas y el tronco, crecen las llamadas "chuponas", que son las ramitas que debemos quitar. Si revisamos las tomateras cada poco tiempo, encontraremos las chuponas muy pequeñitas, y simplemente con la mano las podemos retirar. Eso sí, teniendo cuidado de no dañar otras ramas.

El por qué de su nombre es muy fácil: chupan sabia de la planta y no producen fruto. Si os fijáis, en la primera foto tengo cogida una de estas ramitas con la mano antes de arrancarla. En la segunda, aunque no se diferencia muy bien, ya la he arrancado. 



El siguiente enlace os dirige a una página dónde también os explica la poda de las tomateras.

Anudado de ajos

Los ajos, como ya sabéis, se plantan en noviembre o en enero. Crecen durante el invierno y la primavera, y, en los primeros días del verano, se sacan y se dejan secar. Pero previamente podemos realizar algunas acciones que ayudan al ajo a engordar.

Si habéis seguido el blog, ya sabéis que cavar la tierra que los ajos tiene alrededor puede facilitar que estos engorden sin opresión. Además, a primeros de junio podemos ayudarles a engordar con dos acciones diferentes:

- Pisado de los ajos.
- Anudado de los ajos.

El año pasado nosotros pisamos nuestros ajos. Como con todo lo que hacemos, intentamos observar qué pasaba y cómo evolucionaba el proceso. La verdad es que los ajos que recogimos fueron bien hermosos. En cuanto a tamaño me refiero. Pero también, hemos de decir que el pisado de los ajos conlleva más dedicación. Y me explico. Pisar los ajos, es una acción sencilla, sin mucha implicación ni física ni de tiempo. El problema está en que la planta intenta volver a levantarse, y es necesario pisarlos varias veces para que la planta ceda y se vaya secando el tallo.

Sin embargo, investigando, hemos dado con otra técnica que es el anudado de ajos. Es más "engorrosa" inicialmente, ya que requiere ir haciendo un nudo al tallo ajo por ajo. Pero el anudado es definitivo. No se deshace (si lo hacemos bien, claro está) y a partir de ahí el tallo se va secando.

Según los expertos, el nudo se debe hacer el 13 de junio, día de San Antonio de Pádua, de ahí que se le llame "el nudo de San Antonio". Y precisamente ese día es el que nosotros los hicimos.

Os dejamos estas fotos que lo demuestran.





Por esta razón, este año, hemos optado por esta segunda opción. Para que desde el principio, la sabia del ajo se dedique a engordar su cabeza, enterrada bajo la tierra y podamos recoger ajos incluso más gordotes que el año pasado.

Aunque aviso, el éxito de ello no será el hecho de que sean más gordos, sino que, a través de la investigación y puesta en práctica con nuestros alumnos, hayamos aprendido algo más sobre nuestra querida huerta.

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